En lo que respecta al entrenamiento deportivo, los preparadores físicos suelen pasar por alto el complejo pie-tobillo, que, cuando se analiza adecuadamente, proporciona información fundamental que puede utilizarse para mejorar el rendimiento deportivo.
El pie en sí mismo puede considerarse como la interfaz entre un atleta y el suelo, o cualquier superficie sobre la que se realice una habilidad atlética.
Se puede empezar a evaluar el rendimiento deportivo observando la transmisión de fuerzas entre el pie y el suelo. Todo lo que se deriva de este intercambio de fuerzas siempre involucra al complejo pie-tobillo, tanto como:
De hecho, no solo es importante la fuerza total resultante de esta interacción, sino también cómo se distribuye esta fuerza sobre la planta del pie, así como el momento y la duración del movimiento de rodadura del pie. Gracias a los avances en la tecnología de mapeo de presión, es posible dividir y evaluar el pie en segmentos (talón, mediopié y antepié, y medial y lateral) y evaluar las curvas de fuerza-tiempo y presión-tiempo para cada zona aislada.
Las placas de fuerza y los sensores de plantilla pueden utilizarse para recopilar datos sobre la presión plantar. Si se utilizan conjuntamente, permiten crear un perfil biomecánico y neuromuscular completo, pero solo uno de ellos permite analizar las diferentes zonas del pie.
Una plataforma de fuerza mide la fuerza total (normalmente expresada en newtons) aplicada a la superficie de la plataforma, proporcionando así el valor total de la fuerza vertical. Las plataformas de fuerza son eficaces para medir las fuerzas de reacción del suelo durante la marcha, los saltos o cualquier otro tipo de movimiento. Los datos de una plataforma de fuerza son útiles, pero solo son una parte de un panorama más amplio.
Desde un punto de vista biomecánico, el movimiento se produce a lo largo del tiempo. Analizar zona por zona cómo interactúa el pie con el suelo a lo largo del tiempo ayuda a comprender mucho mejor el rendimiento de un atleta.
A continuación, se indican algunas de las ventajas que pueden ofrecer los sensores para plantillas:
Curva de fuerza/tiempo del retropié
Comprenda la simetría izquierda-derecha con datos y visualizaciones del momento en que se levanta el talón para identificar una elevación temprana del talón en un pie con respecto al otro.
Curva de fuerza/tiempo en el antepié
Identificar puntos de presión prolongada en la parte delantera del pie y/o una lateralización del CoP (centro de presión) que podrían causar problemas en la fase de propulsión o un retraso en la aplicación de la fuerza debido a posibles compensaciones (falta de estabilidad en la parte media del pie).
La segmentación es importante a la hora de evaluar la función del pie, ya que permite obtener información sobre el rendimiento o las deficiencias de la marcha mediante la identificación de la sincronización y las presiones medidas estadísticamente significativas a medida que el pie se mueve durante la fase de apoyo.
Si está pensando en incluir sensores para plantillas en su consulta, obtenga más información sobre las plantillas inteligentes de XSENSOR. Plantillas inteligentes | Pro.
Para obtener más información sobre qué hay que tener en cuenta antes de comprar un sistema de análisis de la marcha, descargue nuestro libro electrónico 7 aspectos a tener en cuenta al elegir un sistema de análisis de la marcha.